Sentir dolor me puede ayudar a diagnosticar un problema. Sin dolor yo podría lastimarme gravemente sin saberlo o no darme cuenta que tengo un problema que requiere tratamiento. Todos sentimos dolor alguna vez tanto dolor físico como emocional. Podría pasar que yo perdiera la capacidad de percibir sensaciones como el tacto? la respuesta es si, podemos contagiarnos de lepra, ésta es una enfermedad infecciosa, causada por una bacteria que se anida en los nervios encargados de llevar información desde y hasta el cerebro, en este caso los nervios no funcionan apropiadamente; cuando una persona tiene lepra pierde la sensibilidad al tacto, al frío o al calor y al dolor, puede meterse a la ducha sin percibir la temperatura del agua y quemarse gravemente. Si una persona con lepra se lastima, el cerebro no sabe que se ha producido una herida, no sabe que se está haciendo daño, el cerebro no ha recibido la información, por lo tanto, no puede activar los mecanismos para sanar, y con el tiempo esa herida empeora, no duele, no se siente, no voy al médico.
La Biblia nos habla acerca de los leprosos, dependiendo de cuanto tiempo llevaran con la enfermedad la lepra se comía la carne, algunos habían perdido dedos de los pies o de las manos, orejas, dientes, brazos y nariz, su carne se pudría, el olor y verlos era insoportable. Eran apartados de su comunidad, tenían que dejar a sus seres queridos, a su familia y amigos, en la soledad, el rechazo y la vergüenza perdían toda esperanza de ser útiles, no cumplían sus sueños.
Usted puede pensar que nunca va a ser contagiado de lepra, lamentablemente puede pasar todo lo contrario, podemos contagiarnos de lepra espiritual muy fácilmente. Me había estado preguntado por qué razón muchas veces no sentimos dolor, la respuesta es la lepra, mi vida se puede estar cayendo a pedazos y aún así no me duele, puedo estar pasando por un divorcio, mis hijos se quedaron sin un hogar, mi hijo está en drogas, le soy infiel a mi cónyuge, llevo varios meses o años que no hablo con mi papá, tengo relaciones sexuales con mi novio, odio a los hombres, aborté, cometí asesinato, pero, no me duele.
Qué le ha costado la lepra?
Qué ha perdido? perdió a su esposa?, perdió su hogar? perdió a su hijo? perdió su relación con su papá? perdió su trabajo?… pero no seamos tan extremistas, eso es demasiado, qué he perdido? el propósito de Dios en mi vida? no he desarrollado mis talentos? no he podido ascender en mi trabajo?, estoy conforme con mi servicio en la iglesia? no ayudo a otros? ni siquiera intento ayudar, o pensemos un poco acerca de Dios, el trabajo para Dios es a medias, mediocre? no oro con pasión? no lo adoro con pasión? no lo busco con pasión? no tengo hambre por Su palabra?, no me duele no tener una buena relación con Dios, no voy al médico, no voy a Dios a ser sanado, para qué buscarlo? yo estoy bien, no ven que no me duele?. Puedo ver a alguien en mi trabajo o en la iglesia apartado de Dios y pienso, él debe estar bien así como yo; si no me duele mi vida, mucho menos me duele la vida de otros, si no me duele mi pecado, mucho menos el pecado de otros. Si no le duele, yo le aseguro, usted tiene lepra. Usted es un muerto en vida.
Quiere sanarse?
Si la respuesta es si, Dios también quiere, es lo que El más desea, más que usted. El quiere sanarnos, quitarnos la lepra, El quiere darnos un nuevo corazón, El lo prometió en Ez 36:26 "Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un nuevo Espíritu en ustedes; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (NVI), nos dará un corazón tierno y receptivo. El reino de Dios está aquí… Mateo 11:5 …. los que tienen lepra son sanados….
Cómo me puedo contagiar?
- Cuando no creo en lo que Dios está haciendo a través de mis líderes, o a través de mi esposo. Cuando juzgo la autoridad espiritual de mis líderes, entra dureza en mi corazón. Incluso hablo de eso con otros, “no se por qué Dios lo puso en ese lugar, yo lo podría hacer mejor que él, yo se más que él, voy a hacer algo al respecto” Números 12:6-12 (NTV) "y el Señor les habló: «Escuchen lo que voy a decir: »Si hubiera profetas entre ustedes, yo, el Señor, me revelaría en visiones; les hablaría en sueños. Pero no con mi siervo Moisés. De toda mi casa, él es en quien confío. Yo le hablo a él cara a cara, ¡con claridad y no en acertijos! Él ve al Señor como él es. ¿Entonces, por qué no tuvieron temor de criticar a mi siervo Moisés?». El Señor estaba muy enojado con ellos y se fue. Cuando la nube dejó de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa…”
- Cuando hago lo que quiero pasando por encima de lo que sea. Paso por encima de mis líderes o de mi esposo, incluso miento para lograr lo que yo quiero, puedo engañarme a mi mismo y a otros diciendo que lo hago por algo bueno, digo… "es para mis hijos, es por el bienestar de mi hogar, o en el trabajo: necesito un aumento de salario, es una mentira blanca, o mejor en la iglesia: es para Dios, eso es lo que la iglesia necesita. Pues eso fue lo que hizo Giezi, el siervo de Eliseo cuando dejó entrar la codicia a su corazón y desobedeció y mintió, se dijo quiero ir por más, mi líder está equivocado. 2 Reyes 5: Vr 20. (NTV) “se dijo así mismo: Mi amo no debería haber dejado ir al arameo sin aceptar ninguno de sus regalos. Tan cierto como que el Señor vive, yo iré tras él y le sacaré algo». Luego Vr. 22 (NTV) Giezi mintió argumentando una causa noble…“pero mi amo me mandó a decirle que acaban de llegar dos jóvenes profetas de la zona montañosa de Efraín; y él quisiera treinta y cuatro kilos de plata y dos mudas de ropa para ellos”, y en el Vr 27 (NTV) Eliseo le dice a Giezi: "Por haber hecho esto, tú y todos tus descendientes sufrirán la lepra de Naamán para siempre".
- Complejos e inseguridades. Orgullo o bajo autoestima. Rebeldía, hacer un trabajo que no me corresponde, quiero que me vean a mi, quiero mostrar mis talentos. En 2 Crónicas 26 (NTV), el rey Uzías creyó estar haciendo una buena obra, era para Dios. Hizo un trabajo que le correspondía a los sacerdotes, estos le llamaron la atención y Uzías se puso furioso. Vr 16-19 “Pero cuando llegó a ser poderoso, Uzías también se volvió orgulloso, lo cual resultó en su ruina. Pecó contra el Señor su Dios cuando entró al santuario del templo del Señor y personalmente quemó incienso sobre el altar del incienso. Azarías, el sumo sacerdote, fue tras él junto con ochenta sacerdotes del Señor… Enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es a usted, Uzías, a quien corresponde quemar incienso al Señor. Eso es función exclusiva de los sacerdotes, los descendientes de Aarón, los cuales son apartados para este servicio. Salga del santuario, porque ha pecado. ¡El Señor Dios no le honrará por esto!» Uzías, que tenía en sus manos un recipiente para quemar incienso, se puso furioso; y mientras expresaba su rabia contra los sacerdotes,…, de pronto le brotó lepra en la frente”.
- Idolatría. Es todo lo que reemplaza a Dios. Pongo mi confianza en algo o en alguien que no es Dios. Creo en mis propios pensamientos, busco consejo o dirección en otros, me rehuso a aceptar la autoridad de Dios, tengo pensamientos obsesivos con personas o problemas. En 2 Reyes 15:1-4 (NTV) “Uzías, hijo de Amasías, comenzó a gobernar Judá durante el año veintisiete del reinado de Jeroboam II, en Israel… El rey hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, así como su padre Amasías. Sin embargo, no destruyó los santuarios paganos, y la gente siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí. El Señor hirió al rey con lepra, enfermedad que le duró hasta el día de su muerte; y vivió aislado en una casa aparte…".
Qué hago para sanarme?
Reconocer que no siento dolor, que soy indiferente a mis propios problemas y a los problemas de los demás, que no hago lo suficiente por solucionarlos. Reconocer que no tengo motivación para buscar ayuda, que tengo un corazón duro, que mi vida o la vida de otros se está cayendo a pedazos y aún así no busco a Dios. Reconocer que he juzgado, criticado, desobedecido o pasado por alto a mis líderes, a mi esposo o a mis autoridades. Reconocer que he confiado en mi propia opinión más que en la de Dios, reconocer que no le he creído a Dios, que he reemplazado a Dios, buscando consejo en otros, que he permitido pensamientos obsesivos con los problemas o con personas, que mi trabajo ha ocupado el primer lugar o mi esposo o esposa, o el dinero. Reconocer que necesito a Jesús, sólo El me puede hacer libre, sólo El puede ponerme nuevamente en el camino correcto y sanarme de la lepra espiritual.
Dios tiene planes espectaculares con usted, quiere darle vida en donde haya estado muerto.