martes, 29 de septiembre de 2015

El Si de Dios



Hace muchos años le dije SI a Jesús como mi Señor y Salvador, eso marcó toda la diferencia, no solo lo hice de palabra, realmente Dios transformó mi corazón y surgió el inexplicable y desbordante anhelo de servirle y adorarlo con mi vida. 

A partir de ese momento todo se volvió mucho más sencillo. En mi mente se dibujó un árbol de decisión, solo dos palabras guiarían mi vida SI o NO. A qué le iba a decir que SI? y a qué le iba a decir que NO?. Aprendí que Dios tenía planes espectaculares para mi, planes buenos, agradables y perfectos, (Rom 12:2) yo quería esos planes, no quería perderme absolutamente nada del plan perfecto de Dios, pero, yo no conocía esos planes, que era lo que tendría que estudiar? a dónde tendría que viajar?, a quién le iba a decir Si en el altar? en dónde iba a vivir? cuántos hijos iba a tener?… esas son las preguntas más grandes, pero había otras mas pequeñas, en qué momento hablar? en qué momento callar?  a quién tenía que perdonar? a quién tenía que pedir perdón? a qué o a quién tenía que decir que no? cuáles eran los límites?.

Yo se, muchas preguntas... pero, toda una vida para descubrir las respuestas, entonces empecé a preguntarle a Dios cuál era su SI para cada decisión en mi vida, y por supuesto El empezó a contestar. Ahora el siguiente paso era obedecer, les mentiría si les digo que todas las veces le pregunté a Dios, les mentiría si les digo que todas las veces que le pregunté y El me dijo cual era su SI lo obedecí, lo que les puedo decir es que siempre que no pregunté me equivoqué, siempre que le dije No al plan de Dios pasaron cosas muy dolorosas en mi vida, de las que aún hoy vivo las consecuencias, sin embargo cuando dije que SI, y actué conforme al SI, vi milagros sorprendentes pasar en mi vida, comprobé que en realidad Su voluntad era buena agradable y perfecta; cada vez que obedecí vino la victoria, el gozo y una paz inexplicable a mi vida aún en medio de la noche más oscura. 

Experimenté a Dios en el SI, llevaba varios meses sin trabajo, y ya no tenía dinero, los últimos dos meses no le había podido pagar el colegio a mi hijo, entonces me resultaron dos opciones de trabajo, una era una empresa exitosa, importante, reconocida en donde pagaban muy bien, allí haría una carrera exitosa, la otra opción era en una pequeña ONG (Organización no Gubernamental) que se encargaba de llevar ayuda a los sitios más pobres de la ciudad, eran muchas las diferencias, pero para mi pesaba el salario, en la primera me pagarían 5 veces más que en la segunda, así que la decisión era difícil, pero en mi búsqueda de estar en el lugar que Dios quería que yo estuviera, le pregunté y por supuesto respondió, dile Si a la ONG, dile No a la empresa. Era difícil decirle No a la empresa sólo tenía que ir a firmar el contrato, todo estaba listo. Qué iban a decir mis papás? y mis familiares que me habían ayudado a entrar a esta empresa?, decir No a la mejor opción de trabajo era una locura, todos sabíamos que yo necesitaba el dinero y un futuro mejor para mi hijo. 

Como siempre, nuevamente tenía en frente un árbol de decisión SI o NO y entonces me pregunté,Qué pasará en cada una de estas dos opciones? Sólo Dios sabe, si, eso es, Dios lo sabe, así que decidí tomar la decisión por el SI de Dios...una decisión en contra de todos los pronósticos. Qué si me fue bien? nadie se lo hubiera imaginado, me fue increíblemente bien, al poco tiempo me aumentaron el salario, pude desarrollar mis talentos, aprendí muchísimo, disfruté cada momento haciendo lo que había soñado años atrás, y lo mejor de todo allí conocí al hombre que Dios tenía planeado para mi. 


Dios me salvó y me rescató de vivir una vida triste, aburrida y llena de fracasos. Ojalá pudiera explicarlo con palabras, pero no puedo, tienes que vivirlo, decirle a Dios SI, es la experiencia más impresionante y asombrosa que puedas vivir. Compruébalo tú mismo!!

martes, 25 de agosto de 2015

Te gustaría viajar en el Tiempo?



Hace años vi la trilogía de la película Back to the Future I, II y III y me encantó; fue como si alguien leyera mi mente, empecé a soñar con mi vida, a imaginarme lo que sería de mi si pudiera volver al pasado a cambiar cosas que hice mal, o ir al futuro y conocer lo que iba a pasar, y luego, poder regresar al presente y tomar las decisiones correctas, !eso sería lo máximo! mi vida podría ser diferente, podría advertir a alguien de un peligro, podría hacer el negocio correcto, podría entrar a la universidad a estudiar la carrera correcta, podría saber desde antes cual es la persona de mi vida, o la esposa de mi hijo, podría saber si moverme de un lugar a otro, podría saber si renunciar o no a mi trabajo, podría conocer mis talentos y aprovecharlos al máximo, podría hacer tantas cosas y tomar tantas decisiones y no andar a ciegas, sin saber para dónde voy, sin visión y sin claridad, sin paz de estar haciendo lo correcto, llena de ansiedad e incertidumbre por un futuro que no conozco. 

Conocer mi futuro un sueño hecho realidad

Yo pensé que esto solo sucedía en las películas de ciencia ficción, !pero no! sucede en la vida real, yo lo he comprobado y funciona; no como en Regreso al Futuro, que usa una máquina del tiempo... es algo diferente... pero con ella puedo saber qué hacer, cómo llevar mi vida, qué talentos tengo y cómo aprovecharlos al máximo, en qué momento hablar, de qué manera hacerlo y cuando callar, puedo entender mi pasado y conocer mi futuro, puedo en el día de hoy tomar las decisiones correctas, puedo conocer cual será el futuro perfecto para mi y para mi familia. Eso que he comprobado y funciona es La Palabra de Dios, esa palabra que se hace vida para mi, que me habla directamente a la situación en la cual necesito dirección. 

Desde la primera vez que Dios me habló y me mostró sus planes de bienestar para mi, no ha parado de hablarme; al descubrir esta verdad no me he apartado de ella.

Una de las veces que Dios me llevó al futuro y tal vez la más importante fue para mostrarme quien iba a ser mi esposo. Un día, alguien estrelló mi carro, ese día le dije a Dios: "solo quiero saber que tu estas aquí conmigo, por favor háblame no te quedes callado". Me sentía sola, abandonada, muy triste... Así que puse música, abrí mi Biblia y empecé a buscar, y encontré en Isaías 62 la palabra que transformaría mi vida por completo. 

En todo el capítulo me Dios me habló pero lo más importante fue el Vr 4 (NVI): Ya no te llamarán «Abandonada», ni a tu tierra la llamarán «Desolada», sino que serás llamada «Mi deleite»; tu tierra se llamará «Mi esposa»; porque el Señor se deleitará en ti, y tu tierra tendrá esposo. 

En ese momento supe que algún día me iba a casar; el Señor había estado en mi futuro y me contó que iba a tener esposo, el hombre perfecto para mi, 8 meses después, el que es hoy mi esposo me buscó y me dijo que Dios le había dicho que yo era su esposa: "Dios me ha mostrado que yo soy tu esposo, que nunca más vas a volver a ser la misma, nunca mas estarás sola, nunca más estarás desamparada, nunca más serás rechazada, yo soy tu esposo".  Yo empecé a llorar; lo que recordé fueron las palabras del Señor 8 meses atrás, eran exactamente las mismas; para mi fue una confirmación extraordinaria de que el era la voluntad perfecta de Dios, el era el hombre de mi futuro. Llevamos felizmente casados casi 8 años.

Recuerdo el día del matrimonio... que tranquilidad y que paz sentía al saber que estaba tomando la decisión correcta. Y lo mejor vino después, Dios me mostró que iba a ser bueno, pero no me dijo todo acerca de mi futuro, El quería sorprenderme, El quería verme feliz y asombrada; y así ha sido.

Se que el futuro que queda para mi es bueno, agradable y perfecto, pero para que eso suceda necesito la ayuda del que ha estado en mi pasado, en mi presente y conoce el mejor futuro posible para mi

domingo, 23 de agosto de 2015

El Dios de los incapacitados



Siempre me llamó la atención el hombre invisible, podía hacer de todo y pasar desapercibido, nadie se daba cuenta de su presencia. En muchas ocasiones he querido ser como él, pero en muchas otras ocasiones he querido ser reconocida, alabada, valiosa, que mi opinión sea tomada en cuenta, he querido que mis familiares y mis amigos de la iglesia me saluden con alegría y se sientan felices a mi lado. Sin embargo eso no siempre fue así, durante muchos años fui una invisible y no de la clase de superhéroe, lo llevaba en mi ADN, estaba metido hasta en mis huesos, yo era una invisible, lo peor de todo es que yo no me daba cuenta, pensé que mi vida se reducía a eso, a no tener amigos, a vivir preferiblemente sola “es mejor eso a estar con personas y sentirse rechazada” eso de hacer amigos no era lo mío. La invisibilidad se había metido persistente y silenciosamente en todas las áreas de mi vida a través de los años. La invisibilidad había invadido mi creatividad y mi visión.  

Un día me di cuenta, pasó en una de las clases de la iglesia, la Pastora comenzó a contarnos historias de personas que tenían muchos problemas, recuerdo una historia en especial, la de una mujer que había estado en depresión, soledad, insomnio y no quería que nadie la abrazara, rechazaba el contacto físico, ella buscó ayuda y en oración Dios le mostró que el día de su nacimiento todo estaba bien, fue deseada, amada por sus padres, pero en el momento en que ella nació había cambio de turno de las enfermeras, la que entregaba el turno tuvo que esperar más trabajando porque su reemplazo no llegaba así que cuando esta niña nació fue recibida por una enfermera muy molesta que la cogió y la lanzó en el lugar donde son limpiados y cambiados los bebés. Dios le mostró como este momento fue usado para destruir su futuro. 

Cuando ella contaba esa historia empecé ver en mi mente mi nacimiento, mi mamá me había contado como había sido, mi papá estaba en la cárcel, mi mamá estaba sola con dos niños más, uno de 4 años y otro de 3 años, y ella por miedo no fue al hospital, sino que se encerró en una de las habitaciones y allí sola tuvo su trabajo de parto. Siempre pensé que mi mamá era una valiente, y si lo era, pero lo que yo no había visto era el mundo espiritual que esas circunstancias implicaban. Ese día en clase lo ví, mis ojos fueron abiertos y fue tan claro como si yo estuviera ahí. Mi mamá estaba sentada recargada en la puerta encerrada y sola, pujando con mucho dolor; cuando yo nací, tenía el cordón umbilical envuelto en el cuello, estaba morada, no había nadie para recibirme, no habían regalos, no había gente, solo un cuarto completamente vacío. Ví como la soledad, la falta de visión, la falta de creatividad, el temor y la invisibilidad entraron a mi vida. 


Paralelamente, estaba viendo mi vida actual, hacía unos años me había casado y mi casa estaba con muy poca o ninguna decoración, no se me ocurría nada, cada vez que pensaba en decorar mi casa, mi mente se encontraba vacía; adicionalmente, estaba acostumbrada a que muy pocas personas me vieran, muy pocas me saludaban, muy pocas se acordaban de mi nombre; el popular era mi esposo, a él si lo saludaban y se acordaban de su nombre, yo no era divertida, ni buena con la gente, no creía que había algo grande para mi, no creía que yo era importante y valiosa, yo era invisible en muchas áreas de mi vida; aún, pensé que Dios me había creado así, pero en lo profundo de mi corazón deseaba ser otra persona. 

Yo ya era cristiana, llevaba muchos años conociendo lo que Dios dice, aún lo memoricé, pero no sabía por qué razón mi vida era así, trataba de ser diferente pero mi naturaleza no me lo permitía. Cuando mis ojos se abrieron pude entender por qué razón mi vida era de esta manera, todo tenía una conexión. Cuando yo nací, no tuve un recibimiento, mi papá no estaba, nadie fue a verme, el cuarto estaba vacío, no había nada para celebrar mi nacimiento, no hubo regalos; y así era mi vida actual, vacía, sin visión e invisible.

Viendo esas imágenes en mi mente, mi corazón se entristeció profundamente y empecé a sentir un dolor inexplicable, me dolía ver mi vida así; cosa que hasta ese momento no sentía. Busqué ayuda y en oración con mi líder, Dios me habló y pude ver como El entró en ese cuadro de mi vida, y me mostró que El siempre estuvo ahí, me mostró en el mundo espiritual el plan de El para mi, me mostró cómo verdaderamente me diseñó, lo creativa, conversadora, amorosa, buena con los niños, amigable, divertida pero sobre todo me mostró que siempre fui su niña consentida, la niña de sus ojos, su amada, en ese momento Dios cambió mi naturaleza, mi ADN; yo fui transformada por Su verdad y Su amor, yo estaba lisiada espiritualmente, !milagro! me creció el brazo que perdí en mi nacimiento. Jesús lo hizo vino y me sanó, que alegría tan grande. 

A partir de entonces, me encanta trabajar con mi manos, pinto, tengo proyectos de decoración, me encanta pintar madera, hacer tarjetas etc. Ahora hago amigos, los disfruto, disfruto hablar con ellos, disfruto escribir, ahora me saludan jajajaja, suena raro pero esa es la verdad. 

Saben, esto no sólo me ha pasado a mi, hace muchos siglos le pasó a Mefiboset, está en 2 Samuel 9, a Mefiboset alguien lo dejó caer a la edad de 5 años y quedó lisiado de los pies (2 Samuel 4:4), y pasó a vivir a Lodebar que significa "no pasto”, "no palabra" o "no comunicación”, así estaba yo, pero Dios luego lo llama, lo invita a que se siente a la mesa con El y restaura su vida. 


Ese es mi Dios, El Dios de los incapacitados. 

PDT. El de la foto es Nick Vujicic, su esposa y sus hijos. Puedes tener más información de ellos aqui www.lifewithoutlimbs.org

lunes, 9 de marzo de 2015

Siente dolor?



Sentir dolor me puede ayudar a diagnosticar un problema. Sin dolor yo podría lastimarme gravemente sin saberlo o no darme cuenta que tengo un problema que requiere tratamiento. Todos sentimos dolor alguna vez tanto dolor físico como emocional. Podría pasar que yo perdiera la capacidad de percibir sensaciones como el tacto? la respuesta es si, podemos contagiarnos de lepra, ésta es una enfermedad infecciosa, causada por una bacteria que se anida en los nervios encargados de llevar información desde y hasta el cerebro, en este caso los nervios no funcionan apropiadamente; cuando una persona tiene lepra pierde la sensibilidad al tacto, al frío o al calor y al dolor, puede meterse a la ducha sin percibir la temperatura del agua y quemarse gravemente. Si una persona con lepra se lastima, el cerebro no sabe que se ha producido una herida, no sabe que se está haciendo daño, el cerebro no ha recibido la información, por lo tanto, no puede activar los mecanismos para sanar, y con el tiempo esa herida empeora, no duele, no se siente, no voy al médico. 

La Biblia nos habla acerca de los leprosos, dependiendo de cuanto tiempo llevaran con la enfermedad la lepra se comía la carne, algunos habían perdido dedos de los pies o de las manos, orejas, dientes, brazos y nariz, su carne se pudría, el olor y verlos era insoportable. Eran apartados de su comunidad, tenían que dejar a sus seres queridos, a su familia y amigos, en la soledad, el rechazo y la vergüenza perdían toda esperanza de ser útiles, no cumplían sus sueños.

Usted puede pensar que nunca va a ser contagiado de lepra, lamentablemente puede pasar todo lo contrario, podemos contagiarnos de lepra espiritual muy fácilmente. Me había estado preguntado por qué razón muchas veces no sentimos dolor, la respuesta es la lepra, mi vida se puede estar cayendo a pedazos y aún así no me duele, puedo estar pasando por un divorcio, mis hijos se quedaron sin un hogar, mi hijo está en drogas, le soy infiel a mi cónyuge, llevo varios meses o años que no hablo con mi papá, tengo relaciones sexuales con mi novio, odio a los hombres, aborté, cometí asesinato, pero, no me duele. 

Qué le ha costado la lepra? 

Qué ha perdido? perdió a su esposa?, perdió su hogar? perdió a su hijo? perdió su relación con su papá? perdió su trabajo?… pero no seamos tan extremistas, eso es demasiado, qué he perdido? el propósito de Dios en mi vida? no he desarrollado mis talentos? no he podido ascender en mi trabajo?, estoy conforme con mi servicio en la iglesia? no ayudo a otros? ni siquiera intento ayudar, o pensemos un poco acerca de Dios, el trabajo para Dios es a medias, mediocre? no oro con pasión? no lo adoro con pasión? no lo busco con pasión? no tengo hambre por Su palabra?, no me duele no tener una buena relación con Dios, no voy al médico, no voy a Dios a ser sanado, para qué buscarlo? yo estoy bien, no ven que no me duele?. Puedo ver a alguien en mi trabajo o en la iglesia apartado de Dios y pienso, él debe estar bien así como yo; si no me duele mi vida, mucho menos me duele la vida de otros, si no me duele mi pecado, mucho menos el pecado de otros. Si no le duele, yo le aseguro, usted tiene lepra. Usted es un muerto en vida. 

Quiere sanarse? 

Si la respuesta es si, Dios también quiere, es lo que El más desea, más que usted. El quiere sanarnos, quitarnos la lepra, El quiere darnos un nuevo corazón, El lo prometió en Ez 36:26 "Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un nuevo Espíritu en ustedes; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (NVI), nos dará un corazón tierno y receptivo. El reino de Dios está aquí… Mateo 11:5 …. los que tienen lepra son sanados…. 

Cómo me puedo contagiar?

  • Cuando no creo en lo que Dios está haciendo a través de mis líderes, o a través de mi esposo. Cuando juzgo la autoridad espiritual de mis líderes, entra dureza en mi corazón. Incluso hablo de eso con otros, “no se por qué Dios lo puso en ese lugar, yo lo podría hacer mejor que él, yo se más que él, voy a hacer algo al respecto” Números 12:6-12 (NTV) "y el Señor les habló: «Escuchen lo que voy a decir: »Si hubiera profetas entre ustedes, yo, el Señor, me revelaría en visiones; les hablaría en sueños. Pero no con mi siervo Moisés. De toda mi casa, él es en quien confío. Yo le hablo a él cara a cara, ¡con claridad y no en acertijos! Él ve al Señor como él es. ¿Entonces, por qué no tuvieron temor de criticar a mi siervo Moisés?». El Señor estaba muy enojado con ellos y se fue. Cuando la nube dejó de estar encima del tabernáculo, allí estaba Miriam, con su piel tan blanca como la nieve, leprosa…” 
  • Cuando hago lo que quiero pasando por encima de lo que sea. Paso por encima de mis líderes o de mi esposo, incluso miento para lograr lo que yo quiero, puedo engañarme a mi mismo y a otros diciendo que lo hago por algo bueno, digo… "es para mis hijos, es por el bienestar de mi hogar, o en el trabajo: necesito un aumento de salario, es una mentira blanca, o mejor en la iglesia:  es para Dios, eso es lo que la iglesia necesita. Pues eso fue lo que hizo Giezi, el siervo de Eliseo cuando dejó entrar la codicia a su corazón y desobedeció y mintió, se dijo quiero ir por más, mi líder está equivocado. 2 Reyes 5:  Vr 20. (NTV) “se dijo así mismo: Mi amo no debería haber dejado ir al arameo sin aceptar ninguno de sus regalos. Tan cierto como que el Señor vive, yo iré tras él y le sacaré algo». Luego Vr. 22 (NTV) Giezi mintió argumentando una causa noble…“pero mi amo me mandó a decirle que acaban de llegar dos jóvenes profetas de la zona montañosa de Efraín; y él quisiera treinta y cuatro kilos de plata y dos mudas de ropa para ellos”, y en el Vr 27 (NTV) Eliseo le dice a Giezi: "Por haber hecho esto, tú y todos tus descendientes sufrirán la lepra de Naamán para siempre".
  • Complejos e inseguridades. Orgullo o bajo autoestima. Rebeldía, hacer un trabajo que no me corresponde, quiero que me vean a mi, quiero mostrar mis talentos. En 2 Crónicas 26 (NTV), el rey Uzías creyó estar haciendo una buena obra, era para Dios. Hizo un trabajo que le correspondía a los sacerdotes, estos le llamaron la atención y Uzías se puso furioso. Vr 16-19 “Pero cuando llegó a ser poderoso, Uzías también se volvió orgulloso, lo cual resultó en su ruina. Pecó contra el Señor su Dios cuando entró al santuario del templo del Señor y personalmente quemó incienso sobre el altar del incienso.  Azarías, el sumo sacerdote, fue tras él junto con ochenta sacerdotes del Señor… Enfrentaron al rey Uzías y le dijeron: «No es a usted, Uzías, a quien corresponde quemar incienso al Señor. Eso es función exclusiva de los sacerdotes, los descendientes de Aarón, los cuales son apartados para este servicio. Salga del santuario, porque ha pecado. ¡El Señor Dios no le honrará por esto!» Uzías, que tenía en sus manos un recipiente para quemar incienso, se puso furioso; y mientras expresaba su rabia contra los sacerdotes,…, de pronto le brotó lepra en la frente”. 
  • Idolatría. Es todo lo que reemplaza a Dios. Pongo mi confianza en algo o en alguien que no es Dios. Creo en mis propios pensamientos, busco consejo o dirección en otros, me rehuso a aceptar la autoridad de Dios, tengo pensamientos obsesivos con personas o problemas. En 2 Reyes 15:1-4 (NTV) “Uzías, hijo de Amasías, comenzó a gobernar Judá durante el año veintisiete del reinado de Jeroboam II, en Israel… El rey hizo lo que era agradable a los ojos del Señor, así como su padre Amasías. Sin embargo, no destruyó los santuarios paganos, y la gente siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso allí. El Señor hirió al rey con lepra, enfermedad que le duró hasta el día de su muerte; y vivió aislado en una casa aparte…".

Qué hago para sanarme? 


Reconocer que no siento dolor, que soy indiferente a mis propios problemas y a los problemas de los demás, que no hago lo suficiente por solucionarlos. Reconocer que no tengo motivación para buscar ayuda, que tengo un corazón duro, que mi vida o la vida de otros se está cayendo a pedazos y aún así no busco a Dios. Reconocer que he juzgado, criticado, desobedecido o pasado por alto a mis líderes, a mi esposo o a mis autoridades. Reconocer que he confiado en mi propia opinión más que en la de Dios, reconocer que no le he creído a Dios, que he reemplazado a Dios, buscando consejo en otros, que he permitido pensamientos obsesivos con los problemas o con personas, que mi trabajo ha ocupado el primer lugar o mi esposo o esposa, o el dinero. Reconocer que necesito a Jesús, sólo El me puede hacer libre, sólo El puede ponerme nuevamente en el camino correcto y sanarme de la lepra espiritual.


Dios tiene planes espectaculares con usted, quiere darle vida en donde haya estado muerto.  
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